martes, 6 de diciembre de 2011

La opción por los humildes

Cuando hablamos de humildad no nos referimos al sentido estricto de la palabra, si no que nos referimos a la humildad en un sentido que las desigualdades sociales del capitalismo mundial le dieron a la palabra. Cuando nos referimos a una persona humilde no hablamos a una persona que es modesta con sus actitudes o su forma de ser si no a una persona que tiene un estilo de vida tan “modesto” que termina siendo humilde, un humilde en peor sentido de la palabra. Los humildes que sufren de carencias tan básicas como la alimentación, algo tan esencial para la vida. El hambre, el verdadero hambre, es una de las aberraciones más terribles que el capitalismo hace padecer a gran porción de la humanidad. Con los increíbles avances tecnológicos que hoy en día tiene a su alcance la humanidad es una injusticia totalmente insoportable que un ser humano, tan solo uno sufra hambre, pero lo que suena tan injusto, tan ilógico, el capitalismo lo convierte en lógico y en algo cotidiano.
Nosotros, como socialistas, tenemos el deber moral e ideológico de convertir en algo cotidiano la opción por los humildes, la ayuda a la gente más necesitada que el capitalismo deja en desigualdad condición tan solo porque no supieron “adaptarse” a la dictadura del mercado. Es necesario combatir eso que el capitalismo hace diario, no nos podemos acostumbrar a la pobreza, al hambre y la miseria. Debemos denunciarlo y luchar fuertemente contra él. La construcción de una moral socialista, de una conciencia realmente revolucionario que haga todo lo que el capitalismo transformo en “lógico y cotidiano” sea convertido en algo ilógico y despreciable por la sociedad que desea vivir en igualdad de condiciones, sin privilegiados ni privilegios. Cuando los capitalistas, los ilógicos, los inmorales están en el poder, cuando ellos están en el Estado que es la máxima herramienta para trasformar estos valores de una sociedad capitalista en completa decadencia y cuestionada, nuestro deber pasa a ser a la conformación de un poder paralelo. Con poder paralelo, nos referimos a formas de organización cualitativamente superiores, organización socialista y revolucionaria que combata las desigualdades que el capitalismo nos quiere imponer y hacernos creer que son lógicas.  Las organizaciones populares deben constituir un núcleo de conciencia revolucionaria y socialista, y de ayuda a los más necesitados, a los humildes de esta terrible sociedad.

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