La situación en Túnez no da para más, el pueblo sigue en las calles y la respuesta de la clase obrera es cada esta cada vez más organizada y en pie de lucha. El 14 de enero la situación no dio para más, el tirano pro-imperialista, fascista y entreguista de Ben Alí renunció después de más de 23 años en el poder gracias a la presión popular. Esto no significo que la lucha terminara, todo lo contrario la lucha sigue y el pueblo tunecino sigue en las calles exigiendo la salida completa del gobierno de todos los que hayan estado relacionados con el dictador Ben Alí. Los trabajadores y estudiantes acampan frente al palacio de gobierno y amenazan con no irse hasta que todos estos delincuentes renuncien a sus cargos.
El caos comenzó con la crisis capitalista que se inició en los Estados Unidos en el año 2008 y se expandió con rapidez por todo el mundo. Comenzaron a caer los ingresos por las divisas de las industrias textiles y por el turismo, el desempleo y la represión policial aumentaron junto con el descontento de las masas. A partir del 24 de diciembre el número de muertos por la represión policial fueron en asenso, hasta se llegó a cerrar las universidades culpando a los estudiantes de los males del país, cuando todos sabían que los males provenían de otras partes y no precisamente de los jóvenes estudiantes. Las empresas de los familiares del tirano fueron objeto de ira para las masas que desfilaban por las calles.
Muchos policías y algunos soldados del ejército que antes reprimía a las masas, se arrepienten y se ponen del lado del pueblo. Túnez es una caldera, una caldera que pide a gritos dignidad y paz, pide a gritos un gobierno justo e igualdad social, ya no quiere soportar más el feroz imperialismo en sus tierras, quiere ser libre. Los comités populares se forman de a montones en los barrios humildes del país, buscan una nueva constitución, una nueva forma de ejercer poder y el método para manejar su nación, un método popular y nacional. ¡Basta ya de imperialismo en estas tierras!
¡Gloria al pueblo tunecino! ¡Fuera el imperialismo y sus defensores en Túnez!
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