domingo, 23 de enero de 2011

¡Gloria a las Brigadas Internacionales!


Siempre en pie de lucha contra el fascismo europeo y principalmente el fascismo franquista que quería derrocar la Segunda República Española. Las Brigadas internacionales fueron autorizadas oficialmente por el gobierno socialista de la Segunda República el 22 de octubre de 1936 y los voluntarios antifascistas de todas parte del mundo comenzaron a llegar a España. Se dice que llegaron a estar conformadas por 35.000 hombres y mujeres marxistas y/o anti-fascistas de casi todas parte del mundo, especialmente de Francia e Italia. La idea original de la creación de las Brigadas Internacionales se presentó en Moscú en septiembre de 1936, donde la Komintern trataba de captar voluntarios comunistas y no comunistas para participar en apoyo de los republicanos españoles en la guerra. El Gobierno de la República no se decidió al inicio por aceptar la propuesta. La opinión cambiaría en octubre de ese mismo año, cuando los primeros combates y el avance de los sublevados hacia Madrid evidenciaron la crítica situación militar de la República. La solidaridad socialista y proletaria se hacía notar en Europa y en el mundo, fue así que cientos de hombres decidieron ir a dejar su vida allí.
El Comité de Londres para la No-Intervención en la guerra española, tras largas negociaciones, llegó el 5 de julio de 1938 a un acuerdo de principio para la retirada de las fuerzas extranjeras. Evidentemente, de no haberse aplicado está medida, sería el bando de Franco el que hubiera sido seriamente afectado y habría perdido la guerra. Los voluntarios internacionalistas constituían una parte pequeñísima (aunque cualitativamente de enorme relieve y valor militar) en el ejército gubernamental republicano, en tanto que el bando sublevado tenía como un componente importantísimo en todos los órdenes los aportes foráneos (legión Cóndor enviada por Hitler; cientos de miles de mercenarios marroquíes; cientos de miles de soldados enviados por Mussolini, unos 50.000; unos 10.000 soldados enviados por Salazar). Pero era obvio que los mercenarios no cumplirían. 
El 28 de octubre de 1938 Barcelona da el adiós del pueblo español a las Brigadas Internacionales que fueron despedidas con gran cariño por el pueblo anti-fascista que sabía que a partir de ahora les esperaría una autentica pesadilla. No les fue fácil regresar a sus países, o a otros. El reaccionario gobierno francés les prohibió a muchos el cruce de la frontera (a los refugiados antifascistas alemanes, italianos, polacos, húngaros, austríacos, a menos que justificaran un domicilio en Francia). 

¡Viva la resistencia socialista y la solidaridad de las brigadas internacionales! 
¡Fascismo nunca más!

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